Poco a poco los días frescos se van haciendo presentes. Mañanas frías, tardes cálidas y atardeceres que erizan la piel. Es el momento de transición en el que más cuesta vestirse, pero para eso traemos esta pequeña guía de looks, una ayuda para incorporar prendas claves al armario, para que te abriguen lo suficiente y para que puedas adaptarlas cuando la temperatura sube un tanto.
¿CUÁL ES EL QUE MÁS SE IDENTIFICA CON TU ESTILO?
Existen pocas cosas tan femeninas como un vestido strapless con escote en corazón. Qué lo vuelve otoñal: no sólo su tono oscuro, sino la camisa de mangas largas. Los stilettos negros: el detalle esencial.
El encaje es un must al cual no se debe renunciar. Adaptable a toda edad, siempre sexy y sugestivo, se puede aggiornar a tu estilo: para las más osadas, pueden probar sus propias barreras -como en la foto- y para las más tímidas, la espalda suele ser un lugar perfecto.
Probá la superposición de prendas, a punto tal de cubrir un vestido monocromático hasta las rodillas con un tapado y un abrigo de piel sintética. La clave: el cinturón ceñido en la cintura.
Una camisa de talle grande estilo masculina, arremangada, sobre un sweater de mangas cortas. El pantalón pinzado y las clásicas zapatillas blancas. Una mezcla preppy que nos deja sin aliento.
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