Una de mis chaquetas favoritas para vestir en entretiempo es la campera de cuero. Según mi estilo personal la prefiero corta (a la altura de la primera cadera) y con algún aplique. Las románticas, en cambio, se inclinan por este tejido en el formato de blazer o camisa. Sin embargo, todos deben tener en cuenta los siguientes tips cuando salgan a su encuentro.

Calidad: hace a la confección, terminaciones, detalles y materiales. Por eso es clave que se tomen el tiempo necesario para examinarla tranquila y revisarla de lado a lado. **Los cueros de oveja, vaca o cabra son los más accesibles; mientras que los de nonato, avestruz y ciervo los más caros.

Calce: en la línea del cuello tiene que tener un pequeño movimiento circular detrás (una medialuna) que permite una mejor caída de la prenda sobre el cuerpo, evitando que se abulte y levante la tela.

Las solapas tienen que ser medianas (de 6 a 8 cm de ancho) y caer planas. Si se hunden implica que el saco queda chico de pecho y espalda. Los botones tienen que poder prenderse todos y una vez que todos estén prendidos, el cliente debe poder mover los brazos: levantarlos, cruzarlos, estirarlos. Recuerden siempre probarse la campera, chaleco o abrigo con un sweater o tejido debajo, sólo así sabrán si el calce es el correcto o si necesitan un talle más. Verifiquen que el largo sea parejo tanto de adelante como de atrás.

Para probar la sisa, les recomiendo levantar los brazos por sobre la cabeza para verificar si tira o no hacia atrás. En el caso de los hombros deben quedar perfectamente derechos sobre su propia línea y sobresalir apenas 1 cm o ½ de cada lado. Si tira o inhabilita el libre movimiento de brazos entonces, recurra a un talle más.

Respecto a las mangas, el largo ideal es aquel que alcanza justo sobre la muñeca y cae recta desde el hombro, sin pliegues ni arrugas. Acá también puede aprovechar a controlar que el forro interno no se vea y sea lo suficientemente cómodo y liviano como para usar a diario.

Los bolsillos, por su parte, tienen que caer rectos y sin abultarse, hagan el ejercicio de poner la mano dentro y verificar cuánta tela tienen y qué efecto causa delante del espejo.

Con todas estas pautas en la mano, la primera compra de una prenda de cuero es conveniente que se incline por los clásicos (negro, chocolate, suela), por su versatilidad a la hora de incorporarlo a los outfits diarios, siempre y cuando respeten la colorimetría personal. Cuando estos tonos ya están en el guardarropa, entonces se pueden sumar tiza, rojo tomate, verde seco, bordó, azul y gris.

Aquí te subo algunos looks para que te inspires en tus días de oficina

 

 

 

 

Imágenes Vogue España y Relier Imagen.