Las principales marcas de lujo presentaron su edición de Invierno del Haute Couture en París y en Milán. Esta vez en un viaje virtual, Glori Blanco te acerca sus elegidos y justifica su respuesta.
Desde que a Dior llegó ella, María Grazia Chiuri, todo cambió. Su Alta Costura se pareció más a un exquisito prêt-à-porter que con las líneas simples y los cortes femeninos, supo combinarse en tonos pastel y nude. La chaqueta Bar amplió sus mangas, mientras que los plisados y encajes insinuaron sus puntadas artesanales.
Armani Privé, por su parte, planteó colores vibrantes en Milán mientras que en París todo fue bastante más prudente. Los blazer sin solapa convivieron con trajes de chaqueta – pantalón entre moños gigantes y bordados hipnóticos. **De alguna forma, la chaqueta se las ingenia para estar también en los vestidos
Al amigo de María Grazia, Pierpaolo Piccioli te lo adelantamos en la fanpage de Relier Imagen. Volumen, mucho volumen, y una apuesta segura al color, que combinado con importantes estampados, marcaron el ritmo de este Couture.
Y mientras los complejos se hacen simples, los simples le dan una vuelta más interesante a sus presentaciones. Eso pasó con Elie Saab, el diseñador libanés que se inspiró en su último viaje a Barcelona y en la arquitectura de Gaudí. Lo llamativo fueron sus pantalones con cola.
Luego de la partida de Hubert, Givenchy nombró a Clare Wright Keller como directora creativa. Su estreno para la casa incluyó capas con capucha y vestidos largos de inspiración griega como elemento diferencial porque comparte con el resto de los diseñadores ya citados, las cinturas marcadas y sastrería oversize.
De los más innovadores y transgresores cito a Iris Van Herpen, la diseñadora holandesa que explora los límites entre la moda y la tecnología, diseñando en tercera dimensión a partir de organzas plisadas en diferentes direcciones. Maison Margiela a cargo de John Galliano, tomó como referencia que una prenda debe tener el recuerdo de otra prenda en su interior y a partir de allí experimentó con lo que se te ocurra. Podrá parecerte una locura, pero no faltará el que se lo ponga.
Me reservé a Elsa para el final porque desde que está Bertrand Guyon al frente, la casa luce diferente. Sin olvidarnos que la biografía de Schiaparelli está plagada de hitos sorprendentes, la primera diseñadora en utilizar el látex, en 1940 subió un chándal a la pasarela y junto a Salvador Dalí, ideó una polvera con forma de teléfono en 1935, y dos años después, el Lobster Dress, una falda con una langosta pintada, que Wallis Simpson adquirió para el ajuar de su boda con el duque de Windsor y que hoy se expone en el Museo de Arte de Filadelfia. Este Otoño Invierno, además de la mariposa favorita de Elsa, tuvo flamencos, caretas y animal print en total look. Un fantástico resurgir que me inquieta saber cómo sigue.
Imágenes: Indigital.tv | Vogue España
¡Dejanos un comentario!