Este domingo tuvo lugar, en Los Ángeles, una nueva edición de los premios más importantes de la industria del cine, los Academy Awards. El Teatro Dolby desplegó la alfombra roja y sobre ella, desfilaron las celebridades más esperadas. Quién vistió a quién, qué peinado eligió y qué dijo antes, durante o después de la ceremonia, generó una catarata de tuits, fotos, memes y posts de distinta índole. Más allá de los gustos y preferencias de cada una de estas voces amateur, como asesora de imagen, quiero compartir la mía sobre aquellos looks que identifiqué como los más relevantes para que juntas, aprendamos y entendamos, cómo se construye un estilo.
Emma Stone reconoció que estuvo a punto de dejar la actuación. En ese momento, llegó a sus manos el papel protagónico para La La Land, el film que pudo haber sido el mejor (pero no) y que la consagró como mejor actriz. Para subir a buscar su Oscar, eligió una de las últimas creaciones que Riccardo Tisci realizó para el Haute Couture de Givenchy. Paradojas de moda.
La suave elegancia del ballet se destaca en el vestido que firmó Maria Grazia Chiuri para Felicity Jones. El sello que Chiuri dejó en Valentino, aún se percibe en su primera colección para la Maison Dior, la primera de una mujer como directora creativa. El vestido fue funcional porque le permitió caminar libremente y el plisado no le agregó volumen a su silueta.
Dakota Johnson se mostró muy sexy en las premieres del film Fifty Shades, pero en esta gala lo único que brilló fue su dorado Gucci. El diseño vintage, ese que parece salido de otra época, no es el que mejor la representa, hasta le suma años (make up incluído). Al menos hizo (algo de) justicia con el modelo del after party.
Michelle Williams y Emma Roberts se vieron parecidas aunque no idénticas. El primero es un Louis Vuitton y el segundo un Armani Privé. La combinación de neutros funciona, siempre y cuando se utilice el color más oscuro a nuestro favor, por ejemplo para disimular caderas anchas, la parte oscura debería ir de la cintura para abajo.
Otro Armani fue el de la actriz francesa, Isabella Huppert, le hubiera sacado el cinturón, porque no se luce. El auténtico rol del accesorio es que complemente, no que sobre.
Viola Davis conquista por su speech, se llevó el Oscar como mejor actriz de reparto, y por el color del vestido. Una de las pocas que se animó a un tono tan intenso, en empatía con su colorimetría, sin restarle protagonismo a la red carpet.
Los nuevos directores creativos de Oscar de la Renta, Laura Kim y Fernando García, están buscando su estilo y ese fue el punto de encuentro con Brie Larson. La actriz que el año pasado se alzó con la estatuilla en un azul Gucci, esta edición prefirió un dramático negro, en la textura de temporada, velvet. Necesito una nueva gala para desempatar, esta no me convenció.
Otro revelador y violáceo terciopelo fue el de Taraji P. Henson, que pertenecer a la diseñadora Alberta Ferretti. Demasiada piel resta elegancia. En cambio, Luciana Barroso, la mujer de Matt Damon, compensó lo que mostró de arriba, su escote es muy ´70, con una impecable terminación de falda envolvente gris perla. Aplausos para la salteña.
Nuestra referente del segmento silver es Meryl Streep. La actriz tuvo muchas ideas y venidas con el diseño que iba a lucir y fue su estilista, Micaela Erlanger, la responsable de despejar las dudas. Desde la casa Chanel trascendió que la actriz no llevaría un vestido de la marca porque no acordaron su comisión (Pay for play?). Es común que las marcas de moda, les paguen a las actrices una importante suma de dinero por llevar sus vestidos, además de darle el vestido propiamente dicho. En resumidas cuentas, todo quedó en un mal entendido por eso la actriz fue a los Oscars con un Elie Saab.
Imágenes Getty, Instyle y WWD.
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